El sueño de contar con un Teatro Municipal toma
forma a partir del año 1990, cuando en el período final de su mandato, el
alcalde Camilo Salvo Inostroza, convocó a un Concurso Nacional para el diseño y
construcción de un Complejo Deportivo Cultural en el recinto del Parque
Estadio, ubicado en el sector poniente de la ciudad.
Las obras comenzaron a ejecutarse en las
postrimerías de 1992, debiendo enfrentar múltiples desafíos, entre ellos la
crítica de la ciudadanía local, que veía con desesperanza la demora en la
terminación de las obras. Ello llegó a su fin en 1998, con la inauguración del
Teatro, durante la gestión del alcalde René Saffirio, con la puesta en escena inaugural
de la obra Carmina Burana, de Carl Orff, interpretada por el Coro y la Orquesta
Sinfónica de Chile, abriendo un significativo espacio para la proyección de los
artistas regionales, nacionales e internacionales, quienes han enriquecido la
trayectoria del principal escenario de la región por 17 años.
Un Decreto Alcaldicio N° 3343 de fecha
13 de octubre de 2015, oficializó el
nombramiento del Teatro Municipal de Temuco Camilo Salvo Inostroza, poniendo un
ejecución un acuerdo unánime del Consejo Municipal, conformado por las
distintas corrientes políticas presentes en esa instancia.
El ex alcalde y abogado, Camilo Salvo, ha sido un
destacado hombre público y expresión de la política laica chilena durante toda
su vida política. Nació en la ciudad de Traiguén el 27 de septiembre de 1935,
desempeñándose como diputado por la Vigésima Agrupación Departamental Angol,
Collipulli, Traiguén, Victoria y Curacautín, entre los años 1969 y 1973; siendo
elegido para segundo periodo por igual Agrupación Departamental en 1973.
Al producirse
el golpe militar de ese año, es confinado a Isla Dawson, junto a
diversos dirigentes del gobierno del Presidente Allende. Luego lo trasladan a Las Melosas,
Ritoque, Puchuncaví, Ritoque y Tres Alamos, para salir posteriormente al exilio, expulsado a
Suecia. En España se convertirá en un destacado abogado y dirigente de Chile
Democrático en el exilio. Regresa a Chile en 1985, a la Araucanía, donde se
compromete en los esfuerzos para la redemocratización del país. Así, al
iniciarse la transición hacia la democracia, el Presidente Aylwin lo nombra
Alcalde de Temuco, mientras se elaboraba la ley de elección democrática de
municipalidades.
En la ocasión, el alcalde Miguel Becker,
destacó la importancia de reconocer en vida, como su padre pudo recibir el
honor de que el estadio de la ciudad llevara su nombre, esta vez a quien tuvo
la visión de iniciar la construcción del Teatro Municipal y quien además aportó
como servidor público en Temuco por muchos años. “Estamos celebrando a una persona en vida y eso nos llena de orgullo.
Todos aportamos a construir la comuna que queremos para el futuro y en ese
sentido, nadie está excluido y eso es lo que ocurrió en el pasado y hoy lo
reconocemos de esta forma”
Camilo Salvo destacó el gesto republicano que tuvo
con su persona el alcalde Miguel Becker junto al cuerpo de concejales,
agregando el sentido de lo republicano presente en la tradición ateniense y en
el hito dejado por O´Higgins al abolir todos los títulos de nobleza, poniendo
acento en que todos somos ciudadanos y miembros de la comunidad: “La humildad no se contrapone con el orgullo,
en el sentido de sentirme orgulloso de haber contribuido al desarrollo de las
artes y la cultura, pero uno tiene que entender que la humildad es un sentido y
una virtud, de la cual no nos debe volver loco ni la riqueza, ni los honores,
ni los éxitos. Somos integrantes de una comunidad y por tanto al recibir un
título de esta naturaleza, uno tiene que proceder con tranquilidad y con
humildad para los efectos que la gente siempre sienta que somos todos iguales”.
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