Aún es motivo de análisis
el estudio realizado por Latinobarómetro bajo el título de “Las religiones en tiempos del Papa Francisco”
(http://www.latinobarometro.org/latNewsShow.jsp)
Latinobarómetro es un centro de estudios de
opinión pública que se aplica anualmente a través de alrededor de 20.000
entrevistas, en 18 países de América Latina, y que representa a más de 600
millones de habitantes. Sus objetivos son investigar el desarrollo de la
democracia, la economía y la sociedad, usando indicadores de opinión pública
que miden actitudes, valores y comportamientos.
En su presentación de
abril señaló “América Latina crece y crece, las
desigualdades se mantienen, los ciudadanos salen a la calle para protestar…Este
informe mira la evolución del catolicismo a un año de la llegada del Papa
Francisco. Las religiones lejos de disminuir se transforman, al mismo tiempo el
catolicismo es más resistente que lo que aparenta ser. El crecimiento económico
no produce un impacto directo de secularización como lo hizo en otras regiones
del mundo”. Sin
embargo, el informe señala que mientras América Latina permanece creyente, con
escasa secularización, Chile y Uruguay señalan una diferencia.
En el caso de
Chile, la baja en el
predominio del catolicismo es una tendencia, lo cual para muchos es un dato sorprende, dado que, entre 1995-2013, ha mostrado una fuerte baja, pasando de un 74% a un 57%, de reconocimiento de adhesión, es
decir, 17 puntos porcentuales menos en casi dos décadas. Este proceso de secularización en Chile es sorprendente, para los gestores del estudio, porque aquí no existía una
"tradición de agnosticismo", que lo asocian al alto
crecimiento económico que ha tenido el país en el mismo período de tiempo. Por cierto, discrepamos con esa apreciación, ya que Chile, hasta la
crisis de la democracia tenía una destacada tradición agnóstica, que tiene un
punto de inflexión con los acontecimientos de los años 1960, y que se consolida
bajo la dictadura.
El estudio recuerda que en 1995, en nuestro país había un 8% de ateos, agnósticos o personas que se
consideraban sin religión, mientras que un 9% de la población se decía evangélica. Este panorama cambia en la
actualidad, pues las personas que no tienen un "dios",
corresponde al 25% de la
población, seguido de
la Iglesia evangélica que obtiene el
13%, mientras que el 1% señala no saber o no contesta.
"Este proceso de transformación valórica de
Chile – dice el
estudio - aún no se ha manifestado en otros países de
la región que han tenido un fuerte crecimiento económico. En esa medida Chile
constituye una excepción en su proceso de transformación de la sociedad”.
Teniendo
como referencia, el impacto de la figura del Papa Bergoglio que evalúa
como positivo en la confianza respecto de la Iglesia
Católica entre los católicos latinoamericanos, esto no se ha reflejado en nuestro territorio: Chile es el país que tiene menor grado de
confianza en la Iglesia,
alcanzando sólo el 44%, frente al 60% de promedio en América Latina.
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