sábado, 18 de diciembre de 2010

INSTRUMENTALIZACION DEL MIEDO

PROF. DANNY MONSALVEZ ARANEDA



En una de las tantas conferencias que dictó Michel Foucault, señaló que la delincuencia tenía cierta utilidad económica y política. Lo anterior podría concatenarse de la siguiente forma: si quieres “vender” un discurso de seguridad, lo primero que debes hacer es difundir inseguridad. En otras palabras, a través de medios de comunicación, aparatos del Estado, las ideologías se va construyendo socialmente un imaginario de vulnerabilidad, de un peligro que asecha, el cual crea las condiciones de indefensión y miedo. Paralelamente a aquello, se promete la solución, desde frases como “fin a la puesta giratoria”, “ganar la batalla a la delincuencia”, “tolerancia cero”, ofrecer “botones de pánico”, servicios de seguridad, cámaras de vigilancia y hasta fundar instituciones que amparadas en una determinada ideología prometen soluciones centradas en mecanismo de control social.
Como señala Norbert Lechner, un gobierno no puede prometer seguridad y certidumbre a los ciudadanos; por lo tanto, descarga la angustia acumulada a través de campañas contra la delincuencia, con lo cual crea en la población sentimientos de desamparo y miedo, pero este miedo es producto de la vulnerabilidad que se siente frente al otro, a lo desconocido.
De esta forma, uno de los puntos centrales de la (actual) dinámica social es el miedo o temor a la delincuencia. Es aquí donde entra en juego toda una construcción social sustentada -entre otras cosas- en el deseo del orden, del “statu quo”; para mantener aquello (también el progreso) se requiere de un peligro que asecha, un actor o sujeto que se demanda controlar socialmente. Bajo este escenario, el miedo es apropiado por otros para manipularlo, instrumentalizarlo y luego devolverlo a través de diversas formas y expresiones a la sociedad, constituyéndose en uno de los principales dispositivos de disciplinamiento social. Disciplina que el citado Foucault señalaba como una de las formas de poder por medio del cual se controla, domina el cuerpo social, es decir a los individuos.
Aludiendo nuevamente a Lechner, si se requiere contrarrestar la manipulación e instrumentalización mediática, económica y política que se hace de nuestros miedos, debemos hacernos cargos del lado más oscuro de la vida cotidiana, para de esa forma evitar que un discurso populista movilice la subjetividad vulnerada de los ciudadanos.


(Columna de opinión publicada en El Diario de Concepción, miércoles 15 de diciembre de 2010, p. 2. http://www.diariodeconcepcion.cl)

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