lunes, 23 de marzo de 2015

Asociación de Mujeres Laicas de Chile


Gloria Hurtado Cosgrove
Presidenta de la AMLCh

Mensaje de inauguración del año de trabajos 2015 y celebración del Día Internacional de la Mujer

Con el afecto fraterno e inagotable que nos prodigamos en cada encuentro personal y también en las distancias, las saludo brindándoles espléndidos parabienes en sus proyectos personales, y que disfruten en plenitud vuestros logros con sus familias, pues ellas son el corazón de nuestros sentires.
Fuertes emociones nos convocan en este día - 8 de marzo - que marca el inicio del tercer año y último del presente  periodo, año simbólico en nuestro devenir institucional; celebraremos sesenta años de nuestra génesis, cuyos propósitos originales han contribuido al engrandecimiento de la Mujer de todos los tiempos, de todas las esferas, de las más diversas creencias filosóficas y también culturales,  no obstante y al mismo tiempo nos identificamos con un pensamiento común: la Laicidad, como ideología que nutre el intelecto fortaleciendo la comprensión, el estudio, la reflexión y la razón.
Como mujeres conocedoras del mundo que cohabitamos, mayor es nuestra responsabilidad y compromiso en la participación de una sociedad humanista y laica, y lo hacemos desde el centro del corazón de la familia, en el respaldo al quehacer de nuestros vínculos, en la formación sustentada en principios y virtudes que enseñamos y reforzamos en nuestros hijos, porque ellos son la continuidad de la obra original y por la cual deberemos aunar mayores esfuerzos en la aportación al trabajo que diariamente desarrollamos, y que éstos nos sean gratos y placenteros; fructíferos y fecundos, que nos insten a  recordar el pasado, validar el presente y proyectar el futuro de nuestra Asociación de Mujeres Laicas de Chile.
Hoy deseo compartir con ustedes nuestro pensamiento referido a la importancia fundamental que nos cabe a mujeres y hombres como procreadores de un nuevo ser, porque juntos formamos familia.  Lo llevo a acotación, porque fortalecer los lazos de unión de Padre –Madre–Hijo, corresponde al segundo propósito de nuestra creación. 
En lo actual, cambiar un paradigma resulta complicado; sin embargo cuando se escuchan a las bases se obtiene la claridad y motivación para promover estos renuevos. Como institución consolidada en el tiempo, con raíces fuertes y profundas en lo ético y moral, fue necesario replantearse el dónde estamos, qué queremos y hacia donde nos dirigimos. 
Hoy hablamos de un mismo modelo, el cual de ser necesario y con el devenir de nuevos tiempos, será también propicio brindarle los espacios para optimizar lo realizado. 
Será entonces tarea de las nuevas líderes, crear estrategias que nos  acerquen a  la perfectibilidad individual en que cada una de nosotras está empecinada en lograr, siendo también un compromiso de toda dirigente que ninguna socia se sienta marginada en este cometido; nuestra Institución es y debe ser siempre inclusiva, es la forma justa de crecer en la diversidad.
Es en este acápite que, con humildad brindo mi reconocimiento y  agradecimientos sinceros a las Presidentas y Directoras de los Comités Ejecutivos Regionales, por su abnegada labor en pro de los lineamientos que nos propusimos para el presente trienio, los hemos alcanzado con entusiasmo y compromiso; ya es natural y común nuestro actuar con  el  empoderamiento de la Mujer actual. 
En nuestra Institución  validamos la participación y discusión en temas valóricos que nos atañen directamente como género. Defendemos nuestros derechos y reconocemos nuestros deberes para con nosotras, con nuestros hijos, con las familias y las comunidades donde cohabitamos. 
Este propósito fue el origen que le dio vida a la organización, fue la propuesta conscientemente de quienes nos antecedieron  pensando en los tiempos futuros;  por lo cual esta obra tiene una misión mayor en nuestro desarrollo,   debido a ello es que no hemos escatimado esfuerzos en estos sesenta años de vida institucional  en perseverar con las concepciones originales. Hoy estamos más erguidas que en el pasado, esto debido a los resultados que día a día obtenemos de los más diversos estudios, análisis y reflexiones del ser humano y del universo, conocimientos que hemos ido profundizando  en los programas de trabajo de los Departamentos de Acción, en lo Ideológico, Cultural,  emosocial y filantrópico.
Este  año 2015 marcará en las hojas de nuestra historia como el año de concreción de metas; con Estatutos y Reglamentos adecuados al presente; con Manual de Procedimientos que uniforman y unifican acciones en cada Centro Femenino; con un libro donde esté escrita nuestra historia institucional actualizada; con biblioteca virtual donde se concentren temas filosóficos, valóricos, histórico y culturales, creados y redactados por las socias en estos sesenta años de vida y para consultas de las mismas.
Este año 2015 celebraremos  los 60 años institucionales al servicio de la Mujer, de la Familia y de la Sociedad; también será un   año   de cambios en las dirigencias nacionales y regionales en sus tres estamentos. Les ruego procurar ser las mejores maestras y enseñar cada lección aprendida en la ejecución de los  cargos para los cuales fuimos elegidas;  hacerlo con la devoción y fulgor que merecen nuestras socias de los Centros Femeninos del país.  Finalmente es también año de realización de la Asamblea Nacional, convocatoria en la que trabajaremos con  todas las socias asistentes, lo cual  permitirá crear estrategias   para la proyección y beneficio institucional.
Retomo – por última vez - la noble tarea en que estamos todas empeñadas, en la celebración del 60° Aniversario de nuestra Asociación de Mujeres Laicas de Chile,  porque es necesario ratificar nuestro origen, nuestra historia y tradiciones, porque es importante que continuemos consolidando nuestro pensamiento y accionar de Mujer Laicista en nuestra sociedad chilena, porque es importante sumar la labor de  cada socia del país sin distinciones de Centros, ciudades ni regiones en este festejo, porque considero que también es  nuestro deber  entregar el  reconocimiento a las fundadoras  del pasado y de los tiempos actuales,  porque es meritorio destacar esa entrega inagotable de desvelos por el quehacer institucional. 

Muchas de ellas hoy no están presentes, sin embargo no por ello las hemos olvidado. Como también muchas socias del país  - a pesar de no contar con mejor salud - persisten en nuestros objetivos, por ello y para ustedes, mis distinguidas y amadas socias, el reconocimiento de esta Dirección Ejecutiva Nacional, en el inicio de este nuevo año de trabajo institucional, que esperamos sea de pleno éxito en todo lo propuesto. 

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